jueves, 13 de noviembre de 2014

No acepto el premio, señor Wert

No acepto el premio, señor Wert


El compositor catalán Josep Soler rechaza la 

Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 

"porque a ellos no les interesa en absoluto ni la 

cultura ni la educación"

No acepto el premio, señor Wert

Ya van unos cuantos rechazos. Ahora le ha tocado el turno al compositor
 catalán Josep Soler, quien se niega a recoger lla Medalla de Oro al

 Mérito en la Bellas Artes que otorga el ministerio liderado por José

 Ignacio Wert, omo muestra de su desacuerdo con las políticas

 culturales y educativas del Ejecutivo de Mariano Rajoy.

El artista catalán ha afirmado, en declaraciones a EFE, que "aceptar el

 reconocimiento sería aceptar la autoridad del Gobierno español y yo no

 quiero saber nada del ministro Wert ni del gobierno de Rajoy, porque a

 ellos no les interesa en absoluto ni la cultura ni la educación"

.
El compositor de 78 años, quien ya ha enviado un burofax para informar

 de su decisión, ha dado clases en el Conservatorio Municipal de Música

 de Barcelona y en el Conservatorio Profesional de Música de Badalona,

 centro dirigió. "Como profesor he sufrido mucho con estos señores que

 gobiernan España y que nos han engañado a todos. No están haciendo

 nada de lo que prometieron y están acabando con la cultura y la

 educación", ha señalado

.
La lista de artistas que renuncian a galardones oficiales es larga. Javier

 Marías, aunque había avisado muchas veces, causó cierto revuelo

 al rechazar el Premio Nacional de Narrativa que le concedía el Ministerio

 de Educación, Cultura y Deportes. El escritor rehusó los 20.000 euros

 del galardón por coherencia y porque le “parecería una

 sinvergonzonería” aceptarlo.


Otro de los casos sonados en España fue el de Santiago Sierra, a 

quien el Gobierno le concedió en 2010 el Premio Nacional de Artes 

Plásticas. En una carta que hizo pública el creador –donde se definía a

 sí 

mismo como “un artista serio”– argumentaba que “los premios se 

conceden a quien ha realizado un servicio, como por ejemplo a un 

empleado del mes". De este modo, por “sentido común”, no podía 

aceptar un reconocimiento de “un Estado que pide a gritos legitimación

 ante un desacato sobre el mandato de trabajar por el bien común, sin

 importar qué partido ocupe el puesto”.


Leer