viernes, 28 de marzo de 2014

Un adolescente gay es adoptado por una familia tras ser rechazado por sus padres


Hay noticias surrealistas que parece mentira que pasen en este comienzo del siglo XXI en un país occidental, y que parecen más propias de otros tiempos, o que sucedan en países como Uganda, Nigeria, o Rusia. Pero no. Suceden, y pasan en países como Estados Unidos.
Allí, un adolescente ha sido adoptado por una familia por ser rechazado por sus padres biológicos. Una historia con un final feliz tras una vida de angustia que casi termina en el suicidio de este chaval de 15 años y que se llama Corey Nichols.
Pese a que las cosas van cambiando, seguramente muchos sabréis lo que es escuchar en vuestras propia casa comentarios de carácter homófobo. Y eso es lo que le pasaba a Corey. Desde bien pequeño, tuvo que reprimir su orientación sexual y sufrir en silencio salvajes frases dichas por su padre. Perlas como
Si algún marica viviera en esta casa, le dispararía con la escopeta.
Imaginad lo que tiene que sentir un niño o un adolescente cuando su propio padre dice cosas así de horrible… Y cómo lo tuvo que pasar por culpa de la falta de talento de un progenitor así de homófobo. Para que luego digan que los gays no podemos ser padres porque no podemos darles un hogar normal frente a la que sí que ofrecen las familias heterosexuales.
El caso es que el caso de Corey ha acabado bien, pese al calvario que tuvo que vivir en su propia casa. Un calvario que ha narrado en una emisora de radio, en la que ha contado que su padre le golpeaba constantemente, y que tenía que soportar que su padre dijera que los gays estaban ‘poseídos por el Demonio’.
Una noche en la que Corey estaba desesperado por la angustia que le provocaba su situación, se emborrachó, y comenzó a chatear con su mejor amiga, Aubrey, a la que le contó que no aguantaba más la situación y que estaba pensando en suicidarse.
Por suerte, y a diferencia de otras historias similares, la madre de la amiga estaba presente mientras su hija conversaba con Corey y decidió actuar para ayudar al adolescente. Así, acudieron hasta la casa de la familia de Corey, y sin pensarlo demasiado, lo sacaron del horror en el que estaba viviendo. Además de su angustia, Corey estaba enfermo, con bastante fiebre y principios de neumonía. Y durante las dos semanas siguientes, la familia de Aubrey cuidó a Corey. Y parece ser que los padres biológicos del adolescente no preguntaron por su hijo en ningún momento.
Tras recuperarse, Corey se armó de paciencia y decidió volver al que había sido su hogar para hablar con su madre y contarle que era homosexual. Entonces, su madre se lo contó a su marido, que montó en cólera gritando cosas tan agradables como que ‘no era posible que un gay viviera bajo su mismo techo y que no podía creer que el Diablo hubiera entrado a su hogar’.
En medio de la bronca, al adolescente no le quedó más remedio que encerrarse en su cuarto, del que tuvo que escapar saltando por la ventana porque su padre y su hermano intentaron tirar la puerta. Por suerte, los padres de Aubrey estaban ahí para ayudarlo de nuevo. Lo recibieron en su casa, y varias semanas después, los padres de su amiga pidieron la adopción oficial del adolescente. Una adopción que por suerte se llevó a cabo, ante la indiferencia de los padres biológicos. De hecho, los padres de Corey ni siquiera acudieron al juzgado el día que se celebró el juicio.
Una historia horrible que al menos ha tenido un final feliz con la adopción por parte de su nueva familia. Otros muchos adolescentes LGBT no han podido disfrutar de un final así…
Vía | SDP Noticias