lunes, 9 de septiembre de 2013

Estamos gobernados desde siglos por criminales sin escrupulos...

ESTAMOS GOBERNADOS POR PSICÓPATAS Y CRIMINALES.

Siglo tras siglo estamos gobernado por psicópata  y asesinos, pero no queréis ver esta realidad que son ellos lo que está destruyendo el mundo por poder y dinero.
No queréis ver esta realidad estamos gobernado por psicópatas y asesinos siglo tras siglo basta ya cuanto millones más de personas más tiene que matar para decir basta ya y veáis esta realidad solo quieren  guerras de poder y dinero su avaricia no tiene fin .
Como vuestra pasividad de  no hacer nada solo adóralo y seguirlo como dioses que no existen son criminales sin piedad ni humanidad quiere acabar con nosotros y que el mundo solo sea suyo.
ESTAMOS GOBERNADOS POR PSICOPATAS… UN ESTUDIO LO REVELA
LA HUMANIDAD ESTA MANEJADA POR PSICOPATAS
LOS PSICÓPATAS QUE NOS LIDERAN

"OBAMA ATACARÁ A SIRIA INCLUSO SI EL CONGRESO NIEGA LA INTERVENCIÓN"
LAS ARMAS QUÍMICAS USADAS EN SIRIA POR LOS “REBELDES” PROVENÍAN DE EE.UU., FRANCIA Y GRAN BRETAÑA
SIRIA, LA GRAN MENTIRA
GUERRA DE MENTIRAS: CIA Y MI6 SABÍAN QUE IRAK NO TENÍA ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA
CONFIESA EL INVENTOR DE LAS MENTIRAS SOBRE LAS ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA DE IRAQ
Un hombre cuyas mentiras ayudaron a justificar la invasión de Iraq —una GUERRA DE NUEVE AÑOS QUE COSTÓ MÁS DE100 MIL VIDAS Y CIENTOS DE MILES DE MILLONES DE LIBRAS— confesó en su primera entrevista con la televisión británica.
mayoría creíste las mentiras de las arma destrucción masiva y miles y miles de personas murieron hoy sigue muriendo el daño que causaron esa mentiras de los criminales que nos gobierna da igual el país que sea son criminales mataron miles y miles de personas en el auto atetado de las torres gemelas, pero aun hoy seguir creyendo que fuero terrorista los terrorista son ellos pero no queréis ver esta realidad.
¿CUÁNTOS DE NUESTROS GOBERNANTES SON 'PSICÓPATAS INTEGRADOS'?
Yo creo que de 100 el 99% son criminales y psicópatas y además muy peligroso quieren el mundo solo para ellos.
Y esto son aun más terribles y criminales la iglesia pero la que más adoráis y seguir.
ALERTA "CRÍMENES DEL VATICANO, CIUDAD DE LONDRES Y WASHINGTON D
CRIMINALES CON SOTANA DESPERTAR Y VER SUS CRÍMENES, NO PERMITÁIS QUE LO SIGAN HACIENDO                                                     http://genocidiodelaiglesia.jimdo.com/
Ahora quiere acabar con nosotros creado la tercera guerra mundial pero os da igual seguir creyendo sus mentira ahora con Siria.
LA CIA “FABRICÓ” EL ATAQUE CON ARMAS QUÍMICAS PARA JUSTIFICAR EL BOMBARDEO A SIRIA.
LAS MENTIRAS DE OBAMA SOBRE SIRIA
SIRIA, LA GRAN MENTIRA Y LA INMINENTE GUERRA
Son criminales y donde tendría que esta es en la cárcel pero en ver de eso le pone medallas por su crímenes y atrocidades, por que vosotros lo permitir con adóralo y seguirlo y aplaudir sus crímenes y atrocidades y lo más terrible que matáis por ellos como está ocurriendo ahora en Egipto y en otros países lleváis siglo adorado criminales basta ya despierta y ve esta realidad.
Que futuro le vais a deja a vuestro hijos si es que vive despierta ya .
ESTAMOS A UN PASO DE LA TERCERA GUERRA MUNDIAL Y OS DA IGUAL.
Hace año que la iniciaron pero quieren que estalle de una vez y sea oficial tan ciego y sordo estay que no veis nada, va hacer como en Irak se invitaron lo de las arma máxima para matar a miles de personas inocente pero no fuero suficiente quiere matar a millones nos quiere matar a todos pero os da igual seguir adorado a los criminales y creyendo las mentiras de la prensa.
CONTINUA
¿CUANTO GANA MARIANO RAJOY?

SI SE PUEDE PERO NO SE QUIERE

JODER LEVÁNTATE YA Y LUCHA A QUE ESPERÁIS.

SIN CASA SIN SANIDAD SIN TRABAJO SIN EDUCACIÓN SIN FUTURO Y SIN ....
EL FIN DEL MUNDO POR AVARICIA Y EL MIEDO
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El país gilipollas y la zanahoria olímpica de Madrid 2020

   
El país gilipollas y la zanahoria olímpica de Madrid 2020
 Ciencias Sociales
Alejandro Serrano   08/09/2013Comenta con tu Facebook 
Meneame
     Nos la dan con queso, y del barato, del de fundir, en cuanto nos ponen una zanahoria medianamente apetitosa delante del hocico.

En días como estos –me refiero en realidad a los últimos años de crisis-, me acuerdo de mi padre, en mi niñez y adolescencia. Tenía por costumbre no parar de trabajar, incluso en sábados, y a veces, los domingos. En casa apenas le veíamos, salvo los domingos durante al menos unas horas, durante la comida y la sobremesa. Luego, bajaba al bar para relajarse un rato y no le veíamos de nuevo hasta la noche, cuando cenaba en silencio y se iba a la cama bastante pronto, para llegar descansado al trabajo.

Mi padre es albañil, y hasta él ha perdido la cuenta de las décadas que lleva en el oficio (y mucho antes, en otros diversos). Bueno, llevaba, ya que hace un año que está en paro, ya casi a punto para la merecida jubilación. En aquellos días, aún era fuerte, casi titánico. No supo apenas lo que era una baja laboral, ni visitar a su médico, quien casi no lo conocía. A los ojos de sus hijos, lo podía todo, como si fuese un superhéroe. Un tío recio, de claro hablar y atronadora voz. Nada me hizo dudar de que podría vencer a cualquiera, superar cualquier contratiempo. Hasta que un día, de repente, se me quitó la venda de los ojos, y por fin vi a mi padre como al humano que era.

Mi madre me contó que, cuando yo era pequeño, tuvo un accidente laboral, un corrimiento de tierra en la obra, y quedó sepultado en una zanja, cubierto por varios metros cúbicos de polvo y piedras. Creyó que no lo contaba, que dejaría viuda a su mujer y huérfanos a sus dos pequeños hijos. Recuerdo que mi madre me lo contó porque se me ocurrió preguntar un día por qué mi padre trabajaba tanto y apenas lo veíamos en casa. Nunca jugó con nosotros, no recuerdo ninguna conversación profunda, y pocas superficiales. Vivía para trabajar, y trabajaba tanto para que viviéramos. Forma de ser recia para tiempos recios.

Albañil en la construcción

Durante una buena temporada, viví con miedo. Esperaba a mi padre despierto hasta que oía su característica forma de abrir la puerta, y a veces esperaba a que se le ocurriera abrir la puerta de mi cuarto. Me hacía el dormido, algo me decía que no buscaba verme despierto, sólo recordar por qué se deslomaba. Tal vez lo de mi madre no fue una buena idea, pero gracias a aquella anécdota, tuve aún más respeto por el esfuerzo que mi padre hacía. Con el tiempo, aquel miedo fue diluyéndose, pero nunca se fue del todo.

En aquel tiempo, cambié la universidad por la obra, y durante dos años supe qué era el trabajo duro, y hasta qué punto mi padre “hincaba el lomo”. Fueron dos años duros, pero aprendí mucho sobre la dureza del mundo, considero aquel tiempo muy bien invertido, aunque ya conociera en parte el valor del trabajo, del esfuerzo, de los valores. Con el tiempo, cambié la obra por el despacho.

En días como estos, como he dicho, pienso mucho en mi padre. Pienso en la cantidad de supuestos humanos encorbatados que se apropian de su esfuerzo y del de otros, y se gastan cientos de millones de euros (cuando no miles) en absurdas quimeras que sólo perjudican más a los españoles, mientras venden la moto de la “ilusión”, de la “recuperación de la confianza”, mientras en el fondo buscan comisiones y nos endeudan, y se hacen ricos sin “hincar el lomo”.

Los principales defensores de la candidatura olímpica de Madrid 2020

Y recuerdo las noches de espera por mi padre, recuerdo la mirada cansada y enfurecida que tiene en los últimos tiempos. Recuerdo mis dos años en la obra, recuerdo sus más de cuarenta en la construcción, sus accidentes laborales, su trabajo en una segunda casa levantada a costa de mucho esfuerzo y paciencia. Recuerdo el miedo de mi madre durante ciertas épocas, en las que mi padre tuvo algún contratiempo en el trabajo. Ella no decía nada, pero yo sabía que algo había pasado. Mi padre no se movía igual, hablaba aún menos (incluso se tumbaba en la cama durante horas), y ella estaba aterrorizada. Estos tristes simulacros de seres humanos rematados con corbata jamás han pasado por eso, nunca han hincado el lomo, nunca SE HAN MERECIDO nada. Y ahí están, jugando a la ruleta con nuestro dinero. Y a nosotros nos toca aguantar el farol.

Se calcula que las sucesivas candidaturas olímpicas de Madrid, cuatro ya, han costado la friolera de 9.800 millones de euros, según fuentes del ayuntamiento de la ciudad. Una pequeña parte proviene de la inversión privada, pero tendrá un 15% de exención fiscal por “contribuir”. La mayoría de este enorme dispendio que pagamos todos se ha ido en infraestructuras (accesos viales, hoteles, etc); de todos es conocido el empeño del ayuntamiento madrileño por endeudarse hasta las cejas –de Gallardón o de quien sea, hasta convertirse en uno de los más endeudados porcentualmente del país.

Una vez más, han fracasado en postularse como ciudad olímpica, y menos mal, porque si se hubieran impuesto a Tokio y Estambul, hubieran necesitado, también según fuentes del ayuntamiento madrileño, otros 1.515 millones de euros para infraestructuras, más distintas partidas para manutención, en total unos 2.000 millones de euros adicionales más.

Decepción por la candidatura olímpica de Madrid 2020

Imagínense: bastan 102 millones de euros para salvar el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de la bancarrota; los recortes en educación aplicados desde 2009 en el conjunto del país, y que se han llevado por delante el empleo de 61.000 profesionales del ramo, ha supuesto un macabro “ahorro” de 2.600 millones; el gobierno de Rajoy ha enviado a Bruselas su propuesta de recortes sanitarios a nivel estatal, con la que espera “ahorrarse” unos 3.134 millones de euros en gasto sanitario y farmacéutico; el total del recorte en la inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación es de 4.000 millones de euros, según las organizaciones científicas españolas.

Esto por no hablar de la subida de tasas universitarias, la subida del IVA –incluso para gastos relacionados con educación primaria, e IRPF, el recorte en prestaciones de desempleo, la privatización del Sol –no es broma, pueden consultar el impuesto que crearán para quien consuma su propia energía solar-, el recorte en pensiones –aunque insistan en llamarlo “congelación”-, subidas del recibo de la luz, la del IBI, etc, etc.

En este país estamos acostumbrados a la corrupción, al manejo, incluso a la extorsión estatal vía tasas e impuestos. Y ya parece que tenemos la piel más gruesa que los elefantes, nada nos traspasa. Salvo el orgullo patrio. He de admitir que me despertó vergüenza ajena la concentración de fans olímpicos en la Puerta de Alcalá. Españoles gritando enfervorecidos e ilusionados durante la elección de la próxima sede olímpica, para caer luego en el derrotismo más hondo, incluso en las lágrimas, tras la victoria de Tokio. Uno de los presentadores del acto incluso vomitó en un momento dado la frase: “Que nadie nos quite la ilusión de que en algún momento seremos olímpicos”, mientras que los asistentes coreaban el tan familiar “¡Tongo, tongo!”, con que los españoles celebramos de forma habitual las decisiones o consecuencias que nos vienen mal, tanto las respetables como las que no lo son.

Decepción por la candidatura olímpica de Madrid 2020

Los días previos, los políticos nos adjudicaban ilusiones olímpicas que la mayoría no teníamos (por lo visto según ellos más del 90% de nosotros estaba a favor) y los deportistas se ponían del lado de los primeros –cuando la mayor parte de tu sueldo proviene de la inversión estatal ya se sabe-.

Siempre digo que somos un país, perdónenme el exabrupto, profundamente gilipollas. Nos la dan con queso, y del barato, del de fundir, en cuanto nos ponen una zanahoria medianamente apetitosa delante del hocico. Da lo mismo que no la probemos nunca, da igual que, con la vista del tubérculo, no paremos de pisar una mierda tras otra, la vista nos deleita, una y otra vez. Vivimos de espejismos, españoles, y ni siquiera nos damos cuenta de que hace mucho que ni siquiera su visión luce mucho. Ni lo patriotero es lo que era.

En días como estos, como he dicho, pienso mucho en mi padre. Pienso en los millones de padres currantes que hacen falta para pagar unas olimpiadas, que hacen falta para pagar la educación, que hacen falta para pagar la sanidad, las prestaciones por desempleo, nuestra ciencia,... Pienso en todo ese sacrificio, en todo ese esfuerzo hincando el lomo durante años, manipulado por BotellaRajoyMontoroRubalcabaMas y todos esos malditos encorbatados a quien, aún hoy, hay españoles a quienes hipnotiza su canto de sirena. Y me da vergüenza ajena, hasta llegar a las arcadas. Nosotros no os metemos publirreportajes por los ojos, como la denominada "prensa seria", así que podemos sin rubor decirte la verdad a la cara. Para que te duela, lector, no hay más remedio.

Somos un país profundamente gilipollas... y lo peor es que algunos están orgullosos de serlo. Ojalá me equivocase, pero no, los actos (y la ausencia de ellos) pesan más que las palabras. Somos un país profundamente gilipollas. Y en el fondo lo sabemos (gracias, Botella).