El ministro de Justicia de Vietnam, Ha Hung Cuong, se ha manifestado públicamente a favor de la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo, una posibilidad que hace pocos meses apoyaba su compañero de Gobierno, el ministro de Sanidad Nguyen Viet Tien. Activistas sobre el terreno consideran de hecho que Vietnam reúne muchas papeletas para ser el primer país de Asia en aprobar el matrimonio igualitario, quizá en 2014.
El Ministerio de Justicia de Vietnam abrió a mediados del año 2012 un período de consultas con vistas a una reforma de sus leyes de matrimonio que incluiría la apertura a las parejas del mismo sexo, cuyo debate en la Asamblea Nacional estaba previsto para mayo de este año pero se ha ido retrasando. En el contexto de ese proceso el ministro de Sanidad ofrecía en abril sus conclusiones en un informe en el que detallaba cómo afecta a la salud de los ciudadanos LGTB vietnamitas la discriminación en materia de orientación sexual, concluyendo que “en lo que respecta a los derechos humanos, los homosexuales también tienen derecho a vivir, comer, vestir, amar y ser amados y buscar la felicidad. En el ámbito de la ciudadanía, tienen derecho a trabajar, estudiar, recibir tratamiento médico, registrar su nacimiento, su muerte, su matrimonio… y disfrutar de los derechos y cumplir con sus obligaciones con el Estado y la sociedad”. Por todo ello, desde el Ministerio de Sanidad se recomendaba permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, aun considerando que debían llevarse a cabo más consultas.
Ahora es el propio ministro de Justicia el que se ha mostrado favorable a dicha posibilidad, aunque al mismo tiempo ha manifestado que una parte importante de la sociedad vietnamita puede no estar preparada para admitir un cambio tan brusco: en la actualidad Vietnam no reconoce actualmente derecho alguno a las parejas del mismo sexo. Y aunque los actos homosexuales no han estado nunca penados, la celebración pública de una unión entre dos hombres en mayo de 2012 fue abortada por la policía y la pareja fue multada con 200.000 dongs (unos ocho euros). Quizá por eso el ministro Ha Hung Cuong estaría valorando la posibilidad de una “hoja de ruta” que comenzara por conceder derechos a las parejas del mismo sexo que convivan juntas para acabar por permitir el matrimonio. Las intenciones del Ministerio coincidirían con la opinión expresada en febrero por activistas de derechos humanos conocedores de la realidad vietnamita a la web Gay Star News, según la cual no era previsible que el tema fuera votado hasta 2014, plazo durante el cual sería posible que el proyecto fuera ganando apoyos internos.
Lo cierto es que poco a poco la realidad LGTB va ganando visibilidad en Vietnam. En  agosto de 2012 tuvo lugar la primera celebración del Orgullo LGTB en las calles de Hanói con el beneplácito de las autoridades. Y en abril de este mismo año nos hacíamos eco, por ejemplo, del éxito de una serie juvenil de temática LGTB distribuida a través de internet.
Hasta el momento ningún país asiático permite a las parejas del mismo sexo contraer matrimonio, aunque Nepal se encuentra pendiente de la aprobación de una nueva Constitución que, en aplicación de un fallo de su Tribunal Supremo que se remonta a 2008, debe reconocer ese derecho. Sin embargo, dificultades políticas ajenas a la causa LGTB llevan dificultando desde hace años la aprobación de esta nueva Constitución, retrasando la entrada en vigor del que debería ya ser un marco jurídico igualitario.