viernes, 22 de marzo de 2013

Sí nos representan


A menudo las palabras nos separan más que nos unen. No sólo se privatizan muchos ámbitos de nuestra vida cotidiana sino también los conceptos y su significado. Ha pasado con términos asociados a cambio y a mejoras: solidaridad, verde, revolución, sostenibilidad, cooperación… que se han convertido en “adjetivos marca” al servicio del marketing empresarial. Y lo mismo le ha sucedido a la política. Sin olvidar el maltrecho concepto de democracia, largamente apropiado por quienes, en realidad, la han vaciado de contenido.
¿Qué entendemos por política? ¿Política para qué y en manos de quiénes? Nos han educado para pensar que la política es algo que se hace en las instituciones, una profesión con la que alguna gente gana dinero, y, de tanto en tanto, amaña contratos para sus amigos y familiares. Un asunto que no nos concierne y que hay que dejar a una minoría profesionalizada. Algo aburrido, pero necesario, que está allí y de lo cual algunos, a quienes votamos cada cuatro años, se encargan. Esa es la política que quienes mandan necesitan. Una “política florero”.
Pero, como dice el refrán, “todo lo bueno se acaba” y a los de arriba se les va terminando el “chollo”. La crisis, que estalló en septiembre del 2008, y, en particular,  las medidas de austeridad y de salida a la misma que han dado los gobiernos, a distinta escala, ha significado un reinterés social por la política. Aunque no nos confundamos, no por la “política” oficial. La gente no quiere más “política escaparate” ni más “política-ficción”. La gente exige una política de verdad, la de la calle.
La emergencia del 15M, de l@s indignad@s, significó precisamente eso. Un estallido de entusiasmo, necesidad y urgencia por reapropiarnos de los asuntos colectivos, largamente secuestrados en las instituciones. Frente a las medidas de recortes, ajustes, endeudamiento, privatizaciones… la respuesta era clara “la crisis que la paguen los que la han creado”, “no hay pan para tanto chorizo”, “no somos mercancías en manos de políticos y banqueros”. Y mucho más. El imaginario colectivo empezó a cambiar y nos volvimos a sentir dueños de nuestras vidas. Eso que tan bien sintetizaban unas pocas palabras del movimiento: “Junt@s podemos”.
A mayor desafección más hambre de política real. He aquí la paradoja. Y de este modo reivindicamos la política, como la lucha cotidiana por nuestros derechos. La de quienes luchan contra los desahucios, contra el robo de las preferentes, contra las tijeras que todo lo recortan, contra el sexismo y la homofobia. La que construyen quienes trabajan por un sindicalismo combativo, por unos barrios “vivibles”, por un mundo rural. Una política que estaba allí, como una nota a pie de página, y que ahora reclamamos en mayúsculas.
Hoy, tras el paro y los problemas de índole económica, las principales preocupaciones de las y los ciudadanos en el Estado español son, como recogía el último barómetro del CIS de enero de 2013, los partidos y la corrupción. El bipartidismo empieza a hacerse añicos y muchos que nunca antes se habían planteado qué hacer si un día “se van todos” ahora se lo preguntan. Las maquinarias electorales, que hasta ahora sostenían el sistema actual, se agotan a marchas forzadas. Y la gente de la calle frente a una situación de necesidad confía más, como señalaba una reciente encuesta de El País, en la Plataforma de Afectados por las Hipotecas y las ONGs que en el Gobierno, el PSOE y el resto de partidos.
En los albores del 15M y la ocupación de las plazas, una de las consignas más repetidas era “no nos representan”. Y así se ha demostrado. No nos representan quienes nos roban, nos venden, nos recortan, nos mienten y nos golpean.  Pero, en cambio, sí nos representan quienes luchan y desobedecen, quienes ocupan hospitales, escuelas, bancos, supermercados, universidades, y desafían leyes y políticas injustas.
Y a pesar de que han intentando estigmatizar a quienes protestan, criminalizarlos y reprimirlos, no lo han conseguido. Su estrategia no ha hecho mella. Al contrario, a más balas de goma, a más ojos “robados”, más indignación, más rebeldía y más desobediencia, pese a quien pese. Como decía V, en la película ‘V de Vendetta’: “Bajo esta máscara hay algo más que carne y hueso. Bajo esta máscara hay unos ideales. Y los ideales son a prueba de bala”. Así es. Porque, ya sea en la vida real o en la gran pantalla: tod@s somos V. La fuerza de la gente.


Vicenç para los amigos.
Vicen para casi toda la familia.
Viví para algún sobrino/a.
Y simplemente Yo y mi Yo para mí.
Nací en Alicante (sospecho que por algún grave error)
Léase (Condón roto jejejeje.)
Soy el último de seis hermanos, el benjamín. Me críe en Barcelona,
tuve una juventud algo......... Podríamos decir con muchas luchas
internas y alguna externa, no por ello menos importante…. Batallas
sería la palabra adecuada, ya que eran verdaderas guerras las que
se mantenían en lo más interno de mi ser.
Podría extenderme y haceros con pelos y señales todo un bonito
currículo de mi vida. Pero no os quiero aburrir y tan solo os voy a
decir que simplemente, he vivido.
Por lo menos lo intenté, pues como todos sabemos siempre te
encuentras por la vida a alguien que le parece que eso no es vivir.
Os aseguro que a pesar de todos los problemas y desgracias que
me han ocurrido a lo largo de mi corta existencia,
de lo que más orgulloso me siento es precisamente de eso, de
haber mirado a la vida cara a cara.
O lo que en definitiva es lo mismo, haber mirado cara a cara al
amor.
Haber mirado cara a cara a la muerte.
Gracias a ese encuentro de tú a tú, aprendí que las cosas más
sencillas son las que realmente valen la pena.
Lo demás absolutamente todo lo demás es algo superfluo e
irrelevante.
Lo único que importa es vivir y ser consciente en cada momento
que en realidad eso significa que estás queriendo, que estás
muriendo y que por, y para eso existimos.

VICENÇ G:G:

Lo ultimo en llaveros !


En Beijing, China están de moda estos llaveros, los cuales contienen aún vivos a tortugas, peces de colores, salamandras y otras especies pequeñas, las criaturas podrán permanecer vivas durante casi dos meses ya que la solución líquida es un suplemento vitamínico para que coman durante ese tiempo, las bolsas donde vivirán esta llena de oxígeno, morirán poco a poco comiendo de sus propias heces, esperando cada día su oxígeno acabe, la tortura para estas criaturas no termina allí, ya que el golpeteo las lástima gravemente. Que increible lo que esta pasando con la humanidad ultimamente, hasta donde vamos a llegar con actos como estos? Compartan esta imagen para poner en evidencia lo que se hace con estas pobres criaturas, esto es el colmo!!!













En Beijing, China están de moda estos llaveros, los cuales contienen aún vivos a tortugas, peces de colores, salamandras y otras especies pequeñas, las criaturas podrán permanecer vivas durante casi dos meses ya que la solución líquida es un suplemento vitamínico para que coman durante ese tiempo, las bolsas donde vivirán esta llena de oxígeno, morirán poco a poco comiendo de sus propias heces, esperando cada día su oxígeno acabe, la tortura para estas criaturas no termina allí, ya que el golpeteo las lástima gravemente. Que increible lo que esta pasando con la humanidad ultimamente, hasta donde vamos a llegar con actos como estos? Compartan esta imagen para poner en evidencia lo que se hace con estas pobres criaturas, esto es el colmo!!!